SUPREME POWER
El otro día me pillé el Supreme Power, de Straczynski y Gary Frank. Un bonito tomo, muy bien editado por Panini (esta editorial tiene el buen gusto, por ejemplo, de ampliar la solapa de contracubierta con una tira "arrancable" que sirve de marcapáginas) con los 6 primeros números de la serie americana.
Como a estas alturas Javim ya habrá puesto cara de "¿ajurm? ¿Supreme jarl?" explico qué es esta serie (los demás podéis saltar al último párrafo...): Supreme Power es la versión que Straczynski -creador de la serie de TV Babylon 5 y a la sazón guionista actual del Spiderman de Romita Jr.- ha realizado del Escuadrón Supremo, un grupo de una tierra alternativa, creado en los setenta por Roy Thomas para enfrentarlo a Los Vengadores, y que en realidad no era sino un trasunto de la Liga de la Justicia. Así, Hyperión, Halcón Nocturno o el Doctor Espectro se correspondían con Superman, Batman y Green Lantern. El grupo se convirtió en sparring -que no starring- de lujo de la serie vengativa en apariciones esporádicas. En los ochenta, Mark Gruenwald guionizó una miniserie de doce números basada en los personajes que, según muchos, anticipó con lenguaje aún convencional lo que luego sería Watchmen, en el sentido de que abordaba la inevitable "intervención" geopolítica de un grupo de estas características. Kurt Busiek, fiel seguidor de las etapas de Thomas y Englehart en Vengadores, los recuperó -como siempre, para darse de hostias- en la nueva etapa de la serie Vengadores junto a George Pérez. La serie Supreme Power, sin embargo, aborda el tema desde una perspectiva distinta. No en vano se trata de una serie del sello MAX, algo así como el Vértigo de Marvel.
He leído por ahí comentarios que sitúan a Supreme Power como la versión Ultimate de la Liga de la Justicia, y realmente por ahí van los tiros: el cinismo de los Ennis, Ellis o Millar está en sus páginas, aunque se me antoja mejor medido que en los desbarres de los británicos. También recuerda, poderosamente, al Moore de los ochenta... durante la primera mitad del libro no podía dejar de pensar en Miracleman. Es, por tanto, la enésima aproximación "realista" a personajes icónicos asimilados por todos, detalle que puede desanimar a más de uno, pero que a mí me sigue interesando cuando se estructura bien. Y Supreme Power está bien contada. Con lentitud -seis números, un tomo completo, no han hecho sino plantear la "dramatis personae" de la obra- pero caracterizando muy bien a los personajes, especialmente Hyperión. Las reinvenciones de Batman -Halcón Nocturno- o, en menor medida, Green Lantern -que me parece construido de forma más facilona, muy a lo Ennis- también son muy chulas.
En definitiva: un buen tebeo, que de haberse realizado en los ochenta hubiese sido encumbrado al panteón de las obras maestras, y que aún hoy brilla entre la mediocridad del checklist Marvel.
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