lunes, 5 de diciembre de 2011

Saturno Luna, Desinventor

El próximo miércoles 14 de diciembre se presentará en la Biblioteca Regional de Murcia 'Saturno Luna, Desinventor', un libro de Víctor Martínez (Víctor Eme) para niñ@s de 8 a 180 años. Actuarán como presentadores del acto Javim y Juan Álvarez, autores de cómic y amigos de un servidor.

Si queréis saber más sobre mi primer libro infantil, podéis visitar mi página en Bubok.es o uniros a la comunidad de fans de Saturno Luna en Facebook.






Formas de adquirir un ejemplar:

Librerías “físicas” (*):
MURCIA
- Historietas Tres Espacios (C/ del Pilar, Murcia).
- Azarbe Educativos (C/ Pintor Pedro Flores, 8, Murcia).

ALICANTE
- Azarbe Educativos (C/ Isabel La Católica, 20, Alicante).

Tiendas Online:
- Azarbe.net
- Bubok.es

(*) Otras librerías interesadas en tener ejemplares a la venta pueden contactar con el sistema de librerías de Bubok.es

Y sin más os dejo con el "tráiler" de la obra:

viernes, 13 de agosto de 2010

LOGORAMA

Dirigida por el colectivo francés de animación H5: François Alaux, Hervé de Crécy + Ludovic Houplain. Presentado en el Festival de Cine de Cannes 2009. Abrió el Sundance Film Festival 2010 y ganó un Óscar de la academia en 2010 en la categoría de corto de animación. (Encontrado gracias a Rodrigo Díaz).

Logorama from Marc Altshuler - Human Music on Vimeo.

lunes, 12 de julio de 2010

España, campeona del mundo: de héroes, triunfos e iconografías

Que no me gusta, entiendo ni sé de fútbol es un hecho público y notorio. Tengo 37 años y hará dos o tres (desde la Eurocopa probablemente) que por fin comprendí en qué consistía el fuera de juego. Sé que según la teoría de Sebas Fernández, esto es sólo pose gafapastosa por mi parte y en realidad escucho El Larguero todas las noches, pero permitidme que sea fiel a mi imagen personal y me siga definiendo como a-futbolero (y anti-futbolero en ocasiones). Lo que no sabe Sebas es que arrastro una maldición terrible: pese a no disfrutar del espectáculo, la Selección Española sólo gana cuando yo veo el partido. Comprenderéis la responsabilidad que esto supone, y sabréis perdonar, espero, que me quedara a dormir la siesta en cama cuando el partido de Suiza. Esto no es una hipótesis, sino un hecho contrastado desde la pasada Eurocopa, tan cierto como la necesidad de los supervivientes de Perdidos de teclear los numeritos cada cierto tiempo para que la isla no estalle. Al menos parece que la maldición no funciona en partidos amistosos y de clasificación, y Casillas y sus muchachos me liberan de mi pesada carga en estas ocasiones.

Pero hoy no he venido a hablar de fútbol, sino de héroes, iconos… de búsqueda de la identidad incluso. Al final tengo que agradecer a mi maldición personal el haber asistido a uno de esos espectáculos más grandes que la vida, en los que la realidad se revela como una gran guionista de folletín (ya sabéis: aventuras, acción, riesgo, superación y cierto romanticismo). Ayer la final del mundial fue algo más que un partido de fútbol, desencadenando emociones que funcionaban en diversos registros.

¿Qué tuvo de especial? Que fue un perfecto guión hollywoodiense de los ochenta, representado con una eficacia narrativa que para sí quisieran Kasdan o Lumet. Analicemos el reparto: una banda de tirillas de barrio, gente de la que ves a porrillo jugando al fútbol sala los miércoles por la noche tras salir del tajo o de la fábrica, que no han perdido su humildad ni su humanidad, se enfrentan al equipo de “los malos”, una banda de abusones dispuestos a utilizar cualquier táctica para lograr la victoria. Incluso su imagen respondía a este tópico visual. He aquí la primera identificación: ambos equipos jugaron un rol muy determinado en su encuentro, y aquí empezaron a activarse los clichés del inconsciente colectivo que tenemos grabados a fuego por nuestra cinematografía. Repasadlo: no falta ninguno. Tenemos al mentor afable, a Obi Wan Kenobi, enseñando paciencia y control de la Fuerza a sus jóvenes padawans. Tenemos a unos sufridos héroes con la suerte en contra, con un árbitro que permite a los matones excederse. Y un historial de derrotas que hacen de La Roja la selección looser por antonomasia, atávica víctima de errores arbitrales, rondas de penalties malogradas y desencantos sin cuento.

Os voy a decir porqué el gol de Iniesta levantó del asiento no ya a la gente de España, sino a casi cualquier espectador que no sintiera afinidad por los chicos de la Cuenta Naranja. Tras más de 100 minutos de partido, los referentes simbólicos estaban muy claros: Andrés Iniesta era el puto Luke Skywalker destruyendo la Estrella de la Muerte, y así fue decodificada la escena por millones de espectadores.

La película de ayer la hemos visto unas cuantas veces: es la Guerra de las Galaxias, Top Gun, Karate Kid. Los buenos, con todo en contra, vencen a los malos. Y no importa lo verídico, justo o injusto de la apreciación: eso fue lo que vimos.

Y claro, qué mejor colofón de película que el beso final entre un protagonista destacado (el capitán) y “la chica”, como eclosión de una relación sublimada durante toda la contienda, con rasgos que nos remiten a las novelas de caballerías y al amor cortés: Lanzarote del Lago, finalmente, reclama su premio tras el torneo.

Hoy millones de adolescentes se reenvían con frenesí digital el vídeo del beso a través de Tuenti o Facebook, sin saber que están programados para emocionarse con todo esto. Ya han visto la película, y ahora la vida real va y la supera.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Cómo Google nos sacará de la crisis

Gracias a esta viñeta he encontrado la web de Santy Gutiérrez, ilustrador versátil y comiquero cuyos trabajos me han gustado un montón. La verdad es que el propio diseño limpio y bien tematizado de la página también ayuda mucho a la buena impresión. Echadle un vistacico...

jueves, 13 de mayo de 2010

Servilletas de bar



Obra de Víctor Coyote y Pepo Fuentes (Estudio Pocateja). Editado por Libros de Blur, que tienen cosas muy chulas en su catálogo y una filosofía empresarial envidiable: "Siempre que los autores estén de acuerdo, intentaremos ofrecer la versión on-line de los libros que editamos. Se trata de compatibilizar nuestra viabilidad empresarial y los derechos de los autores con otro derecho fundamental, el del acceso a la cultura. Creemos que pueden convivir perfectamente."

martes, 11 de mayo de 2010

I Met the Walrus

Hoy rescata el Buenafuente en su blog, muy bien traído el tema al relacionarlo con cierta campaña vendecoches, I Met the Walrus, un corto de animación realizado sobre una entrevista totalmente amateur que un chaval le hizo a Jonh Lennon.



Estuvo nominado a los Oscars 2008.

Si queréis verlo con más calidad, merece la pena, hay web oficial.

martes, 4 de mayo de 2010

Pedazo invento La Casera.

El relanzamiento publicitario de La Casera, 7 millones de leuros, empieza hoy con la emisión de los anuncios de TV dirigidos por Javier Fesser y basados en 13 Rúe del Percebe.

Aquí un making of, con varias apariciones del Ibánez, que da una idea de en qué se han gastado buena parte de los milloncejos:



Quién le iba a decir a Schweppes que iban a basar una ambiciosa apuesta publicitaria en una frase dicha en una peli por un enano extraterrestre lanzador de regüeldos.

Vía Guevara.

miércoles, 28 de abril de 2010

martes, 27 de abril de 2010

Fideos

Dedicado al amigo Alejandro, gran aficionado a subir a la planta de arriba de las tiendas chinas.



Vía El Muro.

jueves, 22 de abril de 2010

Google, meñiques y MD5

Mi confianza en Google es ciega. Me refiero al buscador, no a la empresa.

El verano pasado me reventé el dedo meñique contra la pata de una mesa de forja. Yo de pequeño decía "miñique", tal vez porque con "i" suena a más pequeño. Al día siguiente del accidente doméstico llegué cojeando al trabajo, con el dedo como un buñuelo encarnizado. Mis compañeros me preguntaron que por qué no iba al médico y les contesté que Google decía que en las roturas/fisuras de meñique no había na que hacer. No volvieron a preguntar. Google me ha agradecido con creces ese sacrificio carnal, indexándome muy alto las páginas que hago. Incluso me manda de vez en cuando cupones regalo de AdSense. A cambio yo tendré un dedo torcido de por vida, algo que resulta incómodo cuando me pongo chanclas o sandalias y el dedo se me escapa de la suela. Los otros cuatro ahí, junticos y bien pegados gracias a sus pelotillas intersticiales y el meñique a su bola, en plan divergente. Es como tener los ojos de Trueba, pero en dedos.

Google es el oráculo definitivo. Y ayer me dio una nueva muestra de su poder.

Resulta que buscando cosas sobre la seguridad del algoritmo MD5, muy usado para "encriptar" claves antes de almacenarlas, he encontrado cienes de programas que las descifran a base de "fuerza bruta", probando todas las permutaciones posibles hasta dar con la clave, unas cuantas bases de datos online que guardan ingentes cantidades de pares ya descifrados y... una técnica de hacker avanzado: buscar el código en Google.

Por ejemplo, buscamos "D2F79E6A931CD5B5ACD5F3489DECE82A", y Google nos dice así, sin tapujos, que la clave que lo genera es "jarl".

Moraleja: hay que hacer caso de las normas básicas para crear contraseñas seguras. Y hay que llevar cuidao con las patas de forja cuando andas descalzo.