Batiburrillo

Holas!

Una aparición breve con un batiburrillo de cosas:

Star wars revelations: La madre de todas los fan-films. 47 minutos, descargables vía torrent, de actores frikis intentado llenar el espacio entre el episodio III y el IV de la saga de Lucas. Ríete tú del Sandy Corolla ese. Yo no me lo he bajado, ahora me bajo otro tipo de cosas, pero estoy seguro de que vosotros sí lo haréis.

El Jueves sigue dando caña con el papa germano. La portada de esta semana vuelve a ser bastante arriesgada, y en el interior la sección de cartas de lectores se llena de gente indignada por el tono con el que vienen tratando el tema. La verdad es que son los únicos que se atreven a hacer humor sangrante con ese tipo de cosas, o con la Casa Real, a la que también tratan cada vez con más irreverencia. En este número se despachan a gusto con el JuanCar, con un montaje realmente gracioso de Santi Orue sobre la copiada Magneto/JuanCar y, sobre todo, con la portada alternativa del Fontdevila. ¿Lo hacen porque son los únicos que se lo pueden permitir? ¿tardarán mucho en darles un serio toque?
¡Ah!, se me olvidaba, en una pequeña nota firmada por la editorial anuncian que El Jueves tiene 715.000 lectores. Pfff. Yo creo que que en esos cálculos se siguen agarrando a contar "lectores" en vez de "compradores", con su cuento de la lechera de que cada ejemplar comprado se lo leen cuatro personas. Re-pffff.

El Rafa Marín comentó ayer en su blog la serie de animación Las Guerras Clon, adorada y alabada una y mil veces por nuestro Víctor Eme.

Ficomic está carteando a los autores de sus ficheros para que pidan cita, si quieren, con alguno (o con todos) de cuatro editores internacionales que vienen a la zona profesional del Salón de BCN. Parece que el año pasado la cosa funcionó bien, y este año vuelven a poner en marcha tan loable opción, que da un inmenso valor añadido a un salón del cómic. Los salones deberían servir para que todos los actores de este mundillo del tebeo se encuentren cara a cara. Mal vamos si el encuentro estrella, casi el único que se produce, es el de "lectores con libreros" y, ocasionalmente, el de "lectores con autores". Imprescindible, por tanto, ese contacto "autores con editores", que desde hace muchas ediciones se debía hacer casi en la clandestinidad de la trastienda de un stand.