sábado, 21 de mayo de 2005

El Retonno

Hace veintidós años, mi otro hermano, Manolo, accedió a llevarme a ver un domingo El Retorno del Jedi. Como la habían estrenado tan sólo unos días antes, estaba hasta el culo de gente y no pudimos entrar. Pero ya que íbamos al cine... había que ver una peli que estuviese, al menos, a la altura de la elegida inicialmente.

Y así fue como vimos, en riguroso estreno, Dos Super Super esbirros*.

Menos mal que a la semana siguiente sí pudo ser y vimos el final de la saga galáctica.


* Nota: hay que tener más de 30 años, o leer muchos tebeos de Pedro Vera, para comprender el alto predicamento (por aquel entonces ya en declive) que entre los zagales de barrio -aún demasiado pobres para ser frikis como llegarían a ser sus hijos- tenían Bud Spencer y Terence Hill, Bruce Lee y las películas de Hong Kong modelo "El mono borracho en el ojo del tigre"... tal era el poder de los cines de verano y las sesiones de matiné del cine COY.

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