Ya tenemos EFNÁH...
... que es la única posibilidad fonética que tenemos los murcianos de referirnos a la FNAC. Bueno, sí: los más finos dicen “Efnás”.
Para los foráneos hay que explicar lo que se ha montado en la zona norte de Murcia: ni más ni menos que dos centros comerciales brutales, de 30.000 m2 cada uno, con un estadio de fútbol, un Eroski, un Alcampo y un IKEA incluidos. Ambos centros están separados por menos de 500 metros. El resultado es lo más parecido a un parque temático, qué digo parque temático, lo más parecido a Las Vegas –pero en tiendas- que se pueda imaginar. En consecuencia, al entrar en estas miniciudades puedes acabar comprando desde un traje de marca exclusiva hasta un preservativo con Bluetooth. De hecho no sólo puedes: acabarás comprándolos; tal es el poder hipnótico de estas catedrales del ocio. Y naturalmente los frikis treintañeros de poder adquisitivo mileurista –con el que no puedes permitirte cambiar de coche pero sí comprar una PSP- también somos objetivo de estos popes del capitalismo. Por eso nos han colocado una de las FNAC más grandes y modelnas de este país –con perdón-. La Efnáh es, para gente como nosotros, el templo consumista definitivo. Con sus apartados de electrónica de consumo tan bien puestos, tan bien diseñados –aunque luego acabemos comprando el portátil en el Alcampo- y sobre todo con ese savoir faire friki que democratiza la "subcultura" y la iguala en respeto y tratamiento a la “cultura oficial”. Porque efectivamente, la Efnáh para el friki tiene un auténtico efecto terapéutico, balsámico, integrador. Y es que allí puedes comprar en una misma sesión un muñeco articulado de Batman -modelado según los dibujos de Tim Sale- y el último libro del recién nobelizado Orhan Pamuk. Y sales con tus dos chismes bajo el brazo tan orgulloso presumiendo de tus “intereses culturales diversificados” ante los garrulos que sólo han venido a ver lo que vale la Nintendo.
6 comentarios:
gran verdá, don eme, gran verdá. Y ahora no perdamoh máh tiempo y vamoh a gastá loh eurico en la efnáh
De hecho, la inauguración de la efnáh solamente es comparable al mítico momento en que se abrió en Murcia el primer supermercado EROHKI. ¿A ver quién es el guapo que lo pronuncia correctamente, con su ESE ahí enmedio?
Mi pobre hermana todavía recuerda por las noches las risotadas de sus nuevos conciudadanos cuando se fue a vivir a San Sebastián y decía que iba a comprar... al EROHKI.
Menos mal que yo soy pobre, sino estaría perdio...(Que bien contao Víctor).
La pobreza es aún peor, Manolom.
Un dia te pasará como a mi, irás a la FNÁ con 10 euros en el bolsillo, y tendrás que gastarlos en algo (porque te los tedrás que gastar), la duda será ¿en qué?
A partir de ahi, empiezan horas y horas de diversión, búsqueda y angustia supina entre estantes de subcultura.
Yo no tengo dudas en cuanto a eso, Ed. Material porno. El que sea. ¿Venden de esto en la fenak?
¡ottia! no tienen!! ahora lo entiendo todo...
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