Paradoja póstuma
Ayer el buque insignia de mi regalo de reyes fue éste: un maravilloso volumen de 248 páginas repleto de bocetos e ilustraciones a lápiz de Will Eisner. Una delicia tan bien editada que parece que te vas a manchar los dedos de grafito.
La anécdota: que mi rey mago particular (que está bastante más bueno que Baltasar y se llama Marga) lo tenía comprado desde hace un par de semanas...
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