martes, 11 de enero de 2005

Me lo dijo Pérez...

Joer. Uno se va unos días de vacaciones y cuando vuelve resulta que se ha muerto Eisner, los vascos van a tener liga propia y uno de Adlo escribe con retintín (inicial) en el weblog por fusilarle una imagen que ni siquiera se ajustaba a la noticia que ilustraba. No pue ser, es la última vez que me voy, hale.

Bien por las mallorcas. No he visto al Max, ni al Pere Joan, ni al Alex Fito, pero terminábamos todos los días medio muertos. ¿Vale por aproximación?

El descubrimiento del viaje ha sido etimológico. Casi nos da un patatús cuando vimos "Pa amb oli" en las cartas de las tascas de por allí. ¿No os suena?... ¡El PAN BOLI de la YOLAINA! Si el pasar de "pa amb oli" a "pan boli" no merece un premio a la adaptación etimológica más imaginativa que baje dios y lo vea. En general la gastronomía por allí es un lío. Qué se puede esperar de un sitio en el que "casa" se dice "ca" y "sa" significa "la". Cualquier restaurante empieza por "ca", por "sa" o por una combinación de ambas. Así que cuando preguntas, parece que balbuceas en vez de hablar.

Lo que sí me he traído es una gripe de aúpa. Estoy produciendo unos preciosos mocos con forma de ensaimada de las grandes.

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