Anda el lobby católico un tanto revuelto ante la posibilidad de tener que aceptar la igualdad de gays y lesbianas con todas sus consecuencias. Por más que se escuden en sofismas semánticos -aquello de que si en vez de matrimonio lo llamáis, un suponer, azulejo, lo aceptamos-, a los zagales de la derecha lo que les da pánico son las parejas de novio con novio o novia con novia saliendo del bracete del Ayuntamiento y morreándose en La Glorieta delante de los pensionistas que dan de comer a las palomas y lanzando al aire su ramo, mientras un coro de monfloritas se derrite de emoción.
Otro de sus temores atávicos se fundamenta en la creencia extendida entre la derecha de que una pareja gay estándar, es decir, habitual, es idéntica a aquella que aparece en Pulp Fiction, la que retiene a Bruce Willis en su tienda con intención de hacerle guarreridas. Según esa creencia, la mayoría de los gays querrían adoptar a un niño para ponerle un traje de látex, encadenarlo y guardarlo en un baúl. En el caso de las lesbianas, se cree que reclutan niñas para entrenarlas en la lucha en el barro; aún no está comprobado, pero como cualquier día le dé por soñarlo -en alguna fantasía nocturna- a Jiménez Losantos, nos desayunaremos con dicha teoría elevada a hecho incuestionable.
A lo que iba (al fin y al cabo, éste es un post sobre tebeos, ¿qué os creíais?): para reforzar su argumentación y convencer a la sociedad de esta gran verdad, el PP ha mandado al Senado a un catedrático con nombre no ya de tebeo sino directamente del TBO, Aquilino Polaino, que ha desplegado toda la luz de la doctrina científica más reciente para iluminar a nuestros políticos. Tras su ponencia, los más intrépidos voceras del PP aún están mirando al cielo; silbando los unos, carraspeando los otros.
Al que todavía no se le ha oído es a Acebes, ese hombre que fue tan rápido como para calificar de miserable a José Antonio Alonso antes incluso de darle tiempo a sentarse en su sillón ministerial. Pero es comprensible; después de insultarle ha quedado en evidencia que Alonso es un tío más solvente, responsable y currante que él... Imagina si esta mañana se hubiera lanzado a tratar de miserable a Polaino para después enterarse de que lo había convocado su partido.